El Consejo de Investigación Familiar, una organización evangélica sin fines de lucro y grupo activista, identificó 1.384 incidentes de hostilidad contra iglesias estadounidenses entre enero de 2018 y diciembre de 2024.
El grupo registró 50 incidentes en 2018, 83 en 2019, 55 en 2020, 98 en 2021 y después de este año, la ONG encontró un aumento al registrar 198 casos en 2022, seguidos de 485 en 2023 y 415 en 2024.
El año pasado hubo una caída, sin embargo, estos incidentes afectaron a un total de 383 iglesias en 43 estados.
California registró la mayor cantidad de sucesos el año pasado con 40, seguida de Pensilvania con 29, Florida y Nueva York con 25, Texas con 23 y Tennessee y Ohio con 19.
«Como en años anteriores, los estados con mayor población tendieron a tener más incidentes», señala el informe.
El Consejo de Investigación Familiar dijo que los datos se obtuvieron mediante la revisión de documentos de fuentes abiertas, informes y cobertura de medios que contenían términos como «amenazas a la iglesia», «vandalismo en la iglesia» e «incendio en la iglesia».
El vandalismo siguió siendo el tipo de incidente más común; muchos estados con un alto número de incidentes en 2023 también se ubicaron entre los primeros en 2024, y muchos ataques fueron similares a los del año anterior.
Algunas diferencias significativas en 2024 fueron el aumento de los incidentes relacionados con armas de fuego y la disminución de los sucesos motivados por sentimientos proaborto.
Según el informe, los 415 incidentes en 2024 podría no representar la magnitud total de la hostilidad contra las iglesias, ya que muchos casos probablemente no se denunciaron a las fuerzas del orden ni fueron publicados por los medios de comunicación u otras fuentes públicas.
Aunque las motivaciones detrás de muchos de estos incidentes siguen siendo desconocidas, el aumento de los delitos contra las iglesias se produce a medida que menos estadounidenses asisten a servicios religiosos en persona.
El informe llega en medio del tiroteo que se desarrolló el pasado miércoles por la mañana en la Iglesia Católica de la Anunciación en Minnesota, dejando dos niños muertos y otros 18 heridos, incluidos más de una docena de niños de la escuela.
La policía encontró al tirador, quien vestía equipo táctico negro y portaba al menos dos armas largas, muerto tras un disparo autoinfligido en la cabeza. El tirador nació varón, pero comenzó a identificarse como mujer y se cambió el nombre legalmente en 2019.
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