Cerca de las 9:30 p.m. del pasado martes jlos congresistas hondureños entraron a la discusión en el debate del dictamen relacionado con la niñez, sobre aprobar el proyecto, remitido por el Poder Ejecutivo, para que Honduras se adhiriera al protocolo facultativo adoptado por la Asamblea General de la ONU en 2011
El Tercer Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) establece un procedimiento de comunicaciones que permite a los niños, niñas y adolescentes presentar denuncias individuales ante el Comité de los Derechos del Niño de la ONU cuando consideran que sus derechos han sido vulnerados y no han obtenido justicia a nivel nacional. Este protocolo fue adoptado por la Asamblea General de la ONU en 2011 y busca garantizar que los niños tengan acceso a mecanismos de protección
Su presentación viene envuelta en una forma positiva. Por ejemplo refuerza los derechos de los niños a ser escuchados y a participar en decisiones que les afectan y les proporciona una vía para reclamar sus derechos ante un organismo internacional.
También permite que los niños que han agotado las instancias jurídicas en su país puedan llevar sus casos a un nivel internacional, lo que representa una garantía adicional para la protección de sus derechos.

Pero tras estos dos aspectos, como el famoso caballo de Troya, subyace en el Protocolo que el país que lo acepte le cede soberanía a un comité de expertos internacionales “que no responden al pueblo hondureño ni comprenden nuestra realidad” afirma un comunicado del Movimiento Por Nuestros Hijos hondureño. Una cuestión por la que de los 198 Estados miembros de la ONU, 130 no han ratificado este protocolo, incluida Honduras.
Según el mencionado pronunciamiento, este mecanismo abriría la puerta a la imposición de “agendas globalistas” contrarias a los valores y tradiciones nacionales, al tiempo que aplaude a los congresistas que se opusieron a la ratificación durante la sesión legislativa.
Finalmente, el comunicado concluye que la protección de la niñez hondureña debe estar en manos de las familias y las instituciones nacionales, y no en organismos internacionales con agendas ideológicas ajenas a la realidad del país
De la misma opinión es el congresista evangélico Tomás Zambrano, que considera que este protocolo “da vida a un comité con jurisdicción internacional, que nos llevaría a que este comité responsabilizara al país por algunas acciones, o por alguna legislación o por algunas decisiones que no aprueben, como en el tema del cambio de sexo en niños que se declaran trans”, motivo por el que su bancada del Partido Nacional no respaldó la iniciativa, sumándose al resto de vostos de la oposición.
“Un niño menor de 18 años podría exigir un derecho ante un organismo internacional que en Honduras no está regulado. Eso nos llevaría a recibir presiones en temas en los que no estamos de acuerdo como sociedad”, explicó.
Se da además el caso de que este Protocolo Facultativo no fue socializado con padres de familia, iglesias, ni grupos provida.
Movimiento Por Nuestros Hijos exige que cualquier discusión de este tipo sea socializada con los padres de familia, ya que involucra directamente la patria potestad sobre sus hijos. Además, criticaron la forma en que se intentó aprobar la medida, “en la clandestinidad, a altas horas de la noche, cuando la mayoría de los hondureños descansan”, lo que, a su juicio, refleja “falta de transparencia y mala fe”.
En el mismo sentido Zambrano advierte que “Si ustedes aprueban este protocolo, no van a salir 500,000 hondureños como la semana pasada, van a salir un millón de hondureños a defender la niñez que ustedes hoy quieren vulnerar con este protocolo”, expresó.
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL – LATINOAMÉRICA
– Honduras rechaza el ‘caballo de Troya’ del Protocolo sobre Derechos del Niño de la ONU



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