El Consejo Pastoral Evangélico de Córdoba (Argentina) emitió un comunicado en el que expresa su profunda preocupación ante lo que considera un grave atentado contra la libertad de expresión y de culto.
La reacción surge tras la decisión impuesta por una jueza provincial poniendo un “bozal legal” al pastor y legislador electo Gerardo Grosso y a otras dos personas, impidiéndoles manifestar su oposición a los temas a favor de la ideología de género que se abordarán en el próximo Congreso de Infancias y Juventudes Trans, previsto para el 17 de noviembre en la Universidad Provincial de Córdoba.
La decisión judicial ha desatado una fuerte controversia no sólo entre el pueblo evangélico, sino entre distintos sectores sociales y políticos, que advierten sobre el impacto que este tipo de restricciones podría tener sobre el ejercicio del derecho a la libre expresión en Córdoba.
El 17 de noviembre está programado en Córdoba el segundo Congreso Nacional de Niñeces y Juventudes Trans, impulsado por La Casita Trans y respaldado institucionalmente con fondos públicos y por la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
Esta iniciativa enfrenta un rechazo masivo en redes sociales que alertan sobre el riesgo de exponer a menores a conceptos confusos sobre identidad sexual y que el Congreso busca normalizar intervenciones hormonales en infantes, atentando contra su desarrollo natural y la autoridad parental.
De hecho, se canceló el evento denominado “Primer Encuentro Global de Infancias Trans”, que se iba a llevar a cabo en la ciudad de San Miguel de Tucumán (Argentina) el día 18 de octubre de 2025 ante la protesta popular.
Es un reflejo de una sociedad cansada de imposiciones ideológicas que confunden a los más chicos. “Las niñeces y adolescencias trans existieron, existen y seguirán existiendo; sus procesos son tan legítimos como los de cualquier persona”, declararon los promotores. Pero tales afirmaciones ignoran el peligro (denunciado por gran parte de la clase médica) de medicalizar infancias sin madurez suficiente para decisiones irreversibles.
Algo que ha hecho retroceder este tipo de tratamientos hormonales y bloqueadores de la pubertad en países que han ido en avanzadilla en esta área, como Suecia, Reino Unido y Canadá. Padres en general y evangélicos en particular insisten en proteger a los niños de experimentos aberrantes disfrazados de inclusión.
La entidad evangélica sostiene que esta medida judicial vulnera derechos fundamentales consagrados por la Constitución Nacional y tratados internacionales, al limitar la posibilidad de expresar convicciones religiosas y morales en el marco del debate público.
En su declaración, el Consejo recordó que el Decreto Nacional 62/2025 prohíbe las intervenciones quirúrgicas y los tratamientos hormonales en menores de edad, algo que defiende y promociona el mencionado Congreso. Y añade que su postura está respaldada por la legislación vigente y por la conciencia moral y religiosa de los ciudadanos.
Finalmente, instaron a las autoridades provinciales a restablecer las garantías constitucionales y a asegurar que ningún creyente sea silenciado por expresar su fe o disentir respetuosamente en espacios democráticos.
          Publicado en:  EVANGÉLICO DIGITAL – LATINOAMÉRICA
          – Argentina | Consejo Evangélico de Córdoba denuncia censura a la libertad de expresión ante Congreso de Infancias Trans
        




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