Este 24 de agosto la iglesia metodista ‘El Buen Pastor’, localizada en Apizaco, Tlaxcala (México), celebró su 146 aniversario con un culto especial con la presencia de autoridades eclesiásticas como el Superintendente de Distrito, Noé Machorro Hernández y el pastor de la congregación, presbítero Javier Guarneros Cano.
La ciudad de Apizaco tiene 50.000 habitantes y es cabecera del municipio homónimo del estado de Tlaxcala, que consta de 60 municipios.
El encuentro contó con participaciones especiales como la de niños que entonaron un cántico especial para la ocasión, en tanto que entregaron una ofrenda conmemorativa. Igualmente, intervino un coro de otra congregación y se destinó espacio para una reseña que rememoró la historia de la congregación.
“Señor, te damos las gracias porque reconcilias a tu pueblo. Danos la sabiduría de mantenernos fieles a lo que necesitamos para ser tu iglesia. Danos la gracia de dejar de lado aquello que para ti es superfluo. Danos apertura necesaria para recibirnos los unos a los otros, para respetar en nuestro trato a los que siguen un camino distinto”; manifestaron los asistentes.
El historiador Antonio de Jesús Arellano Ordoñez abordó el recorrido de la congregación desde sus inicios, su establecimiento formal y la mención de personajes significativos en la erección de la iglesia y del templo mismo, como familias inglesas, francesas y estadounidenses, entre las que se encuentran las de apellido Curtis, Guillot, Chevanier, McShane, entre otros.
Uno de los datos que el especialista brindó fue el antecedente del templo actual, es decir, una capilla que se erigió entre 1879 y 1880, lo que convierte al sitio como el primer santuario protestante en el estado mexicano de Tlaxcala. Su aspecto reciente es resultado de un nuevo diseño y posterior construcción, que comprendió el período de 1932 a 1934, y el edificio fue consagrado e inaugurado el 22 de agosto del último año.

En el desarrollo de la historia de la congregación de Apizaco ocurrieron hechos que cambiaron su rumbo, como el asesinato de su pastor Epigmenio Monroy, protomártir del metodismo mexicano y uno de los protestantes que sufrieron la muerte a manos de la oposición católica. Falleció el 9 de abril de 1881 a causa de un bárbaro ataque con golpes, patadas y heridas con armas punzocortantes en la noche del 8 de abril.
“Para 1887 varios lugares a lo largo del país sufrieron agresiones y asesinatos de misioneros y congregantes; Ahualulco, Atzala, Almoloya, Guerrero y desde luego Apizaco conformaron esta primera lista. No obstante a que este tipo de acontecimientos fue difícil, significó un elemento importante para reafirmar su fe y sobre todo para resistir y avanzar en el trabajo, desarrollo y coexistencia dentro de su comunidad”; describe Oswaldo Ramírez González en ‘Introducción y desarrollo del metodismo en Apizaco durante el Porfiriato, 1879-1903’.
Después de la himnodia tradicional y moderna, el superintendente Noé Machorro expresó a través del sermón su emoción de que la congregación cumpliera un año más, toda vez que instó al cuerpo de Cristo a ser luz, guía y apoyo, sin olvidar la misión de compartir las Buenas Nuevas:
“Qué El Buen Pastor se caracterice por su servicio y su amor. La iglesia habrá de ser instrumento de Dios para que Él se manifieste. En medio del 146 aniversario, qué la iglesia nunca pierda su identidad y recuerde el motivo por el que vino Cristo, así como la labor de los discípulos de compartir, testificar y hacer la diferencia donde el Señor nos ha puesto”.
Además de la consagración de ofrendas conmemorativas, la iglesia participó del ritual de la Santa Cena que el presbítero Javier Guarneros organizó de manera especial, como alusión a la fe de la mujer sirofenicia, específicamente cuando ella respondió a Jesús que aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos (Mateo 15: 26-28).

Previo, la iglesia realizó una oración de afirmación que subrayó los principios de esta denominación protestante: “De una manera especial, queremos celebrar en este día, el movimiento metodista del cual nos sentimos parte. Por nuestros padres fundadores, por el despertar evangélico y la pasión misionera, que nutre nuestra tradición”.
Finalmente y como cada año, se instauró un tiempo de convivencia, donde pastores y congregantes compartieron alimentos.
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL – LATINOAMÉRICA
– México | La primera iglesia protestante en Tlaxcala celebró sus 146 años de vida



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