Autoridades católicas en Venezuela denunciaron “la influencia y el aumento” de los ritos esotéricos en este país, y la creciente participación de los denominados “laicos católicos” en ritos satánicos y en visitas a brujos”.
Así lo publicó el medio católico Aciprensa, donde se resalta como la Asociación Nacional de Exorcistas de Venezuela ve con preocupación el incremento de estas prácticas, advirtiendo que las sesiones espiritistas “han crecido durante los últimos años” y que “pueden convertirse en un vicio con facilidad”, esto según dijo el fundador y presidente de esta institución, Ronny García.
La información publicada a finales de julio, también afirma el “desconocimiento garrafal” de los laicos católicos en estos temas, y que la tendencia de esta población es irse al ocultismo o al protestantismo.
La práctica de la brujería en Venezuela no es algo nuevo, siendo la montaña de Sorte, en el estado Yaracuy, el punto de referencia para este tipo de ocultismo, un lugar donde se rinde culto a María Lionza, una figura surgida en el siglo XX a partir de la fusión de creencias indígenas, africanas y espiritistas.

El mito tiene raíces en leyendas indígenas y se consolidó como práctica popular en los años 50, ganando visibilidad nacional e internacional, hasta el punto que el cantante panameño Rubén Blades le dedicó una canción.
Miles de personas se reúnen en ese lugar para llevar a cabo sus rituales, teniendo como fecha especial el 12 de octubre. Allí se observan posesiones, invocaciones de espíritus, se usa tabaco, bebidas alcohólicas, tambores y gestos corporales.
Ronny García, que fue entrevistado por Aciprensa, describió que los participantes en estos ritos “se van a exponer siempre a una confusión espiritual. También se vuelven vulnerables psíquica y emocionalmente. Por supuesto, también está la influencia demoníaca, porque al invocar a estas entidades se abren espacios al maligno”, recalcó.
En este punto, las autoridades evangélicas coinciden con los católicos, y es por eso, y otras razones, que desde el 2004, todos los 12 de octubre, cristianos de diferentes denominaciones salen a las calles para la actividad denominada: “Marcha para Jesús”.
En sus inicios, este evento fue liderado por Aristóteles López, en ese entonces líder juvenil de su iglesia local, quien se reunió con pastores y líderes ministeriales para intentar unir a los cristianos en una sola marcha.
Según reseña Christianity Today, las participaciones incluían descendientes de luteranos y anglicanos, conversos de los misioneros estadounidenses del siglo XX, pentecostales, e incluso atrajo a algunos católicos.
«[Recuerdo que en una ocasión asistió] una monja con su hábito… llevaba una cruz, una vela encendida y un rosario», dijo López a este medio.
Durante varios años, la marcha siguió creciendo, alcanzando su punto máximo en 2012 cuando 30.000 personas llenaron la Avenida Libertador en Caracas. El evento también se realizaba en casi todos los estados del país.
Sin embargo, desde el 2020, la marcha ha sido organizada por otras autoridades evangélicas, y algunos voceros han sido señalados por acercarse abiertamente al cuestionado gobierno de Nicolás Maduro y el chavismo, movimiento político que normalizó las prácticas de ocultismo en Yaracuy por considerarlas culturales.
Estos encuentros con la población evangélica, permitieron que Maduro decretara agosto como nueva fecha para la actividad, siendo el 2025 el primer año que “Marcha para Jesús” se realiza en un día distinto al 12 de octubre, todo bajo el argumento de hacerlo el mismo día que en otras 13 naciones.
La actividad efectuada el pasado fin de semana fue publicada en las redes sociales de los organizadores y contó con gran cobertura mediática de medios gubernamentales.
Sin embargo, los cambios no fueron bien recibidos por algunos sectores. Por ejemplo, el pastor Georges Doumat, de la iglesia Ministerio Apostólico y Profético del Dios Altísimo en Isla Margarita, anteriormente ya había publicado un artículo de opinión donde explica su desacuerdo por cambiar la fecha de celebración.
“La fecha elegida para la Marcha para Jesús en Venezuela fue bien intencionada. Fue como un acto por partida doble: llenamos las calles y avenidas de las ciudades con nuestras oraciones, alabanzas y consignas de fe, y a la vez hacemos frente al movimiento satánico de grupos que invocaban ese mismo día a sus deidades», escribió el pastor en ese entonces.
Los responsables de Marcha para Jesús anunciaron que igual esperan movilizaciones el 12 de octubre. “Quienes nos critican dicen que perdimos la fecha del 12 de octubre” -explicaron según Christianity Today– “Pero ganamos una fecha adicional, porque el 12 de octubre declararemos Día Nacional de Ayuno y Oración”.
Sin embargo, Aristóteles López respondió “No, no, no. Tú cediste la del 12 de octubre. Se la dejaste en bandeja de plata a esta gente, a esos brujos. Se están dejando manipular por los políticos y están dividiendo al pueblo cristiano en lugar de unirlo”.
Para medios como Diario Cristiano, el panorama muestra como algunos líderes religiosos ven la medida como un reconocimiento a su fe y otros la perciben como una estrategia de control estatal. La controversia sigue abierta, y el debate sobre la independencia de la Iglesia frente al poder político continúa dividiendo a la comunidad evangélica venezolana.
López coincide con Doumat en que este 12 de octubre los cristianos deben salir igualmente a marchar para Jesús como lo han hecho en otras oportunidades.



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