Al menos 39 cristianos congoleños cristianos han sido asesinados en un ataque del Estado Islámico (Daesh, ISIS) en Lubero, al este del país, según anuncia la agencia Amaq, controlada por el terrorismo yihadista, que irrumpió en la aldea de Bandolo.

Además, la mencionada agencia señala que «el ataque tuvo como objetivo a cristianos dentro de sus casas«; y continúan informando que «los militantes quemaron alrededor de cincuenta casas cristianas y confiscaron algunas de sus pertenencias antes de huir».

El pasado 27 de julio un ataque similar tuvo como blanco la ciudad de Komanda, en la zona de Irumu, en Ituri, dejando decenas de cristianos muertos, entre ellos diez en la aldea de Chabi, donde también quemaron sus casas.

Concluyen sus mensajes con el consabido «Alabado sea Alá», para dar una justificación divina sus crímenes que se enmarcan en una estrategia general de genocidio. En declaraciones recogidas por la prensa local, Elie Mbafumoja, funcionario congoleño, lanzó un grito de desesperación: «Esto es un genocidio que está ocurriendo en silencio. Ni siquiera la comunidad internacional dice nada al respecto. Hace ya once años que la población es víctima de estas masacres. Debemos dialogar con las autoridades a todos los niveles, internacionales, nacionales, provinciales y locales, con el fin de restaurar la paz. Estamos cansados de masacres de todo tipo. Estamos cansados de enterrar a nuestros hermanos. Estamos cansados de estas matanzas».

Las cifras confirman su denuncia. En julio, en Komanda, la filial del ISIS asesinó a entre 50 cristianos durante una vigilia nocturna en la iglesia católica Saint Anuarite. En febrero, en Kasanga, 70 cristianos fueron decapitados dentro de un templo protestante. El patrón es sistemático: aldeas cristianas arrasadas, iglesias destruidas, familias secuestradas.

Organizaciones como Open Doors han advertido que se trata de una persecución religiosa estructural. «No fue sólo terror: fue una masacre dirigida contra cristianos, y no parará aquí”, subrayó Illia Djadi, analista de la ONG.

La magnitud del drama es global. Según los últimos reportes, más de 380 millones de cristianos sufren persecución por su fe en todo el mundo. Uno de cada siete creyentes vive hostilidad por confesar a Cristo. Los países que encabezan la represión son Corea del Norte, Somalia, Yemen, Libia y Sudán.

Publicado en: EVANGÉLICO DIGITALMUNDO
– No para la masacre de cristianos en la República del Congo



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